domingo, 17 de febrero de 2008

Linfangiectasia intestinal

La linfangiectasia intestinal (hipoproteinemia idio-pática) es un trastorno de los niños y adultos jóvenes, en los que se agrandan los vasos linfáticos de la mucosa del intestino delgado.

El aumento de tamaño de los vasos linfáticos puede ser un defecto congénito. Pero en la edad adulta puede ser consecuencia de la inflamación del páncreas (pancreatitis) o del endurecimiento del saco que recubre el corazón (pericarditis constrictiva), lo cual incrementa la presión en el sistema linfático.

Síntomas y diagnóstico

Una persona con linfangiectasia tiene una retención masiva de líquidos (edema) debido a que el líquido de los tejidos no puede drenarse de manera eficiente a través de los vasos linfáticos agrandados y obstruidos. El edema puede afectar a diferentes partes del organismo de modo irregular, dependiendo de cuáles son los vasos linfáticos afectados. Por ejemplo, el líquido puede acumularse en la cavidad abdominal o en la pleural.

Se pueden desarrollar también náuseas, vómitos, diarrea leve y dolor abdominal y disminuir el número de linfocitos en la sangre. Se pierden proteínas porque la linfa escapa de los vasos linfáticos hacia el intestino y las heces, y por lo tanto baja el valor de proteínas en la sangre. Estos bajos valores de proteínas pueden causar una mayor hinchazón de los tejidos. Los valores de colesterol en la sangre pueden ser anormalmente bajos debido a que su absorción es deficiente. Algunos pacientes presentan heces con gran contenido en grasa.

Para ayudar al diagnóstico de este trastorno, el médico puede aplicar una inyección intravenosa de albúmina marcada con una sustancia radiactiva. Si aparecen concentraciones anormales de esta sustancia en las heces, quiere decir que existe una pérdida excesiva de proteínas. Una biopsia del intestino delgado pone de manifiesto que los vasos linfáticos están agrandados.

Tratamiento

La linfangiectasia intestinal se trata corrigiendo la causa del agrandamiento de los vasos linfáticos. Por ejemplo, se puede aliviar la presión de los vasos linfáticos tratando la pericarditis constrictiva.

Algunos pacientes mejoran con una dieta baja en grasas y tomando suplementos de ciertos triglicéridos, que, tras ser absorbidos, pasan directamente a la sangre y no a través de los vasos linfáticos. Si sólo se afecta a una parte pequeña del intestino, ésta puede ser extirpada quirúrgicamente.

REFERENCIAS
Manual Merck de infromación médica para el hogar. Síndromes de malabsorción. http://www.msd.com.mx/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_09/seccion_09_110.html2008
2008

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